La inversión en infraestructuras ha generado un impacto de 1,6 billones de euros en la economía española
Cada euro invertido en nuestro país casi duplica su valor en actividad económica, debido a la demanda de otros sectores, según Seopan
El informe "Contribución de las infraestructuras al desarrollo económico y social de España", realizado por ATKearney e impulsado por Seopan, señala que la inversión en infraestructuras ha generado un impacto económico de 1,6 billones de euros en los últimos diez años, convirtiéndose en uno de los principales motores de la actividad económica.
Según este estudio, cada euro de inversión en infraestructuras (840.000 millones de euros en diez años) casi duplica su valor en actividad económica, debido a la demanda de bienes y servicios de otros sectores y el empleo creado. Así, cada euro destinado a esta actividad se traduce en 1,92 euros, por delante del sector de la industria de la automoción (1,83 euros); la agricultura, la ganadería y la pesca (1,76 euros), el sector de las telecomunicaciones (1,71 euros); o la ingeniería (1,66 euros).
El informe también muestra que el retorno fiscal del gasto en infraestructuras es cercano al 50%. Asimismo, la creación de riqueza local es máxima para nuestro país, ya que requiere las mínimas importaciones, de solo el 9% del volumen total de la inversión, frente al 50% de la automoción, al 34% de la energía, o al 15% de las telecomunicaciones.
También es importante tener en cuenta su capacidad de generación de empleo en España, ya que, por cada millón de euros gastado, se genera una media de 14 puestos de trabajo directos e indirectos, habiendo aportado una media de 1,2 millones de empleos al año en los últimos diez años. Dato que solo ha sido superado por el sector de la agricultura, ganadería y pesca (24 empleos por cada millón de euros de inversión).
Competitividad y mejoras notables
El estudio señala que la mejora de las infraestructuras ha sido clave para fomentar la competitividad de la economía española, favoreciendo pilares fundamentales como el turismo y las exportaciones, al tiempo que ha sido esencial para mejorar el bienestar social y la calidad de vida de los ciudadanos.
Entre los datos, destaca el avance que ha permitido multiplicar por 2,5 el transporte de ciudadanos por carretera en quince años y el gasto en infraestructuras ferroviarias, que ha reducido los tiempos de viaje por ferrocarril en más de un 50%.
A pesar del impacto en la economía y el empleo, el estudio recalca que la inversión pública en infraestructuras se ha reducido un 21% desde 2010, distanciándose de países como Reino Unido, Alemania o Francia, que han aumentado un 45%, un 17% y un 4% respectivamente, en el mismo periodo.