La OIT elabora el informe “Estrés en el Trabajo: Un reto colectivo” con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
El organismo considera que es prioritario fomentar “un enfoque colectivo de la prevención del estrés relacionado con el trabajo y la promoción de la salud mental en el trabajo"
OIT y elaboración propia-.
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado el informe “Estrés en el Trabajo: Un reto colectivo”, acerca de las tendencias mundiales sobre el estrés relacionado con el trabajo y su impacto en la actualidad.
En la actualidad, muchos trabajadores lidian con una gran presión para cumplir con las obligaciones de la vida laboral. Los riesgos psicosociales como el aumento de la competitividad, mayores expectativas sobre el rendimiento y largas jornadas laborales, contribuyen a que el contexto profesional sea cada vez más estresante. Además, debido a los cambios sustanciales en las relaciones laborales y a la recesión económica actual, también se están experimentando cambios estructurales y organizacionales que afectan al bienestar de los trabajadores tales como los despidos masivos, el desempleo, una menor estabilidad, etc.
El estrés relacionado con el trabajo es actualmente reconocido como problema global que afecta a todos los países, todas las profesiones y todos los trabajadores. Aunque el impacto del estrés en la salud varía de un individuo a otro, las consecuencias más comunes de los factores de riesgo psicosocial son: mayor absentismo, menor motivación y compromiso, intención de renunciar, rendimiento reducido, etc. Todos estos problemas afectan a la productividad, la competitividad y la imagen pública de la empresa.
La lista de de enfermedades relacionadas con el trabajo de la OIT, actualizada en 2010, contiene por la primera vez los trastornos mentales y de comportamiento, incluidos los trastornos de estrés postraumático (TEPT). Esta incorporación concede también la posibilidad de que se reconozca el origen profesional de otros trastornos mentales o del comportamiento, cuando se haya establecido un vínculo directo entre la exposición a factores de riesgo que resulte de las actividades laborales y el trastorno contraído por el trabajador.
Estrategias para promoción de la salud mental en el trabajo
A pesar de que las situaciones de trabajo son similares en los diferentes países, los enfoques para abordarlas son diferentes. En algunos territorios hay confusiones entre las definiciones de estrés y de riesgo psicosocial. Las políticas y la legislación siguen estando fragmentadas, sin embargo, el desarrollo de legislación específica ha aumentado en los últimos años en varios países. Asimismo, está creciendo el interés por el estrés relacionado con el trabajo en los países en desarrollo.
Son varias las organizaciones internacionales y las autoridades nacionales que participan activamente en la prevención y gestión de los riesgos psicosociales y la promoción de la salud mental en el trabajo mediante la investigación y la realización de iniciativas específicas. En varios países las inspecciones de trabajo han desarrollado directrices para ayudar a los inspectores a evaluar las medidas de gestión de los riesgos psicosociales adoptadas por el empleador.
La importancia de la prevención
La incidencia y severidad del estrés están aumentando. Los costes económicos asociados a nivel nacional muestran hasta qué punto el estrés relacionado con el trabajo y sus consecuencias para la salud tienen un considerable impacto en la seguridad y en la productividad. En este complicado contexto, en el que el lugar de trabajo se ha convertido en una importante fuente de riesgos psicosociales pero también en lugar ideal para abordar esos riesgos.
Según la OIT, se debe fomentar “un enfoque colectivo de la prevención del estrés relacionado con el trabajo y la promoción de la salud mental en el trabajo”. Un programa eficaz de prevención del estrés en el lugar de trabajo requiere una adecuada identificación de los riesgos psicosociales y la evaluación del desempeño profesional, la organización del trabajo y de los problemas personales derivados del estrés. Dicha evaluación debería realizarse de forma sistemática y "debería solicitarse a los trabajadores que manifestasen su preocupación respecto de cualquier situación que les pueda causar estrés relacionado con el trabajo".