El precio de la vivienda subirá un 8,6% hasta 2020, según Moody´s, que asegura que el mayor incremento se producirá en 2018
La agencia de calificación subraya que España ha experimentado un retroceso en la demanda de vivienda nueva, frente a una mayor actividad en el mercado de segunda mano
Según las previsiones de la agencia Moody's, el precio de la vivienda en España subirá un 8,6% hasta 2020, debido a la creciente proporción de población activa joven y la mayor asequibilidad de las casas.
La calificadora de riesgos apuesta por una subida del orden del 5,6% en el precio de la vivienda en 2018, mientras que en cada uno de los siguientes años hasta 2020, este incremento se limitará al 1,4% anual.
"Los bajos intereses, la mejora de las condiciones económicas y una mayor proporción de población activa joven servirán de apoyo al mercado de la vivienda", señala Greg Davies, analista de Moody's, añadiendo que en la última década la proporción de jóvenes trabajadores ha aumentado un 8%.
La agencia, que analiza el impacto de las tendencias demográficas sobre el precio del sector inmobiliario residencial en siete grandes mercados europeos, explica que los bajos tipos de interés y la recuperación económica contribuyen a la asequibilidad de la vivienda en España; no obstante, recuerda que el crecimiento de los salarios sigue siendo bajo, lo que impide a algunos jóvenes profesionales a adquirir una vivienda, algo que Moody's confía en que varíe en los próximos años.
En este sentido, la agencia recuerda que en 2014 alrededor del 14% de los trabajadores a tiempo completo en España ganaban menos que dos tercios de los ingresos medianos, frente al 7% en Italia y el 9% de Francia.
Por otro lado, Moody's subraya que el país ha experimentado un retroceso en la demanda de vivienda de nueva construcción, mientras que puede apreciarse mucha más actividad en el mercado de segunda mano, añadiendo que la actividad constructora actualmente representa el 40% de la registrada en 2007, reflejando, entre otros factores, el desapalancamiento soberano, incluyendo el sector bancario, lo que ha conllevado una reducción sustancial de la inversión residencial.