En enero y febrero, Fomento licitó contratos de obras por un importe de 1.238 millones, más del triple que en el mismo periodo de 2013
Pero el volumen es insuficiente para detener una sangría de cierre de empresas del sector de la construcción y las infraestructuras, que ya roza la cifra de 150.000 cerradas desde que comenzó la crisis en 2008, según datos de Seopan.
El Gobierno quiere poner coto al derrumbe de empresas en el sector de la construcción y de las infraestructuras, pero parece que lo hace echando cubos de agua en el mar. En enero y febrero, el Ministerio de Fomento licitó contratos de obras por un importe de 1.238 millones de euros, lo que supone más que triplicar (+237%) el volumen del mismo periodo de 2013. Pero el volumen es insuficiente para detener una sangría de cierre de empresas que ya roza la cifra de 150.000 desde que comenzó la crisis en 2008, según datos recogidos por la patronal de grandes constructoras, Seopan. ¿Qué hacer? Pues lo cierto es que muy poco. El deterioro apenas se puede paliar y algunos expertos, como la agencia Moody's, estima que la corrección de precios en el sector de la vivienda, por lo menos, todavía no ha concluido.
El departamento que dirige Ana Pastor ha promovido más de la mitad (+55,8%) de la obra pública que se licitó en el país en el arranque del ejercicio. Entre los pasados meses de enero y febrero, el conjunto de las distintas administraciones sacaron a concurso proyectos de infraestructuras por un total de 2.218,41 millones de euros, más del doble (+120,6%) que un año antes. La obra pública mantiene, así, la senda ascendente con la que concluyó 2013, cuando se anotó el primer aumento desde 2006 y rompió seis ejercicios consecutivos de caídas, avance que, no obstante, no evita que la inversión aún se mantenga en volúmenes mínimos históricos.
En cuanto a los dos primeros meses del año, el repunte de la inversión pública en obra viene impulsado por los contratos de obras de rehabilitación de carreteras y de Alta Velocidad ferroviaria promovidos por Fomento y por el aumento de licitación de comunidades y ayuntamientos.
Tipos de obras
En concreto, el Ministerio de Pastor sacó a concurso obras de carreteras por 563,8 millones de euros hasta febrero, frente a un importe prácticamente nulo del año anterior. Adif, ente público promotor de las líneas AVE, puso en marcha trabajos por 605,1 millones, el doble que en 2013. Después de Fomento, los organismos públicos que más obra promovieron son las administraciones locales (ayuntamientos, diputaciones y cabildos), que en los dos primeros meses duplicaron su licitación hasta 490,56 millones de euros, el 22,1% del total. De su lado, las comunidades autónomas promovieron, en su conjunto, obras de construcción por 355,31 millones de euros hasta febrero, un 43,1% más. Sólo la Comunidad de Madrid lanzó obras por 137 millones de euros.
Por tipos de obras, el grueso (el 85%) de los contratos públicos licitados en enero y febrero correspondieron a obras de infraestructuras, que, además, se duplicaron (+147%). Los proyectos de edificaciones públicas avanzaron un 33,6%, hasta 320 millones. Destaca el incremento de las obras de carreteras puestas en marcha por el conjunto de todas las administraciones públicas, que en el primer mes del año se multiplicaron casi por ocho y sumaron una inversión de 732,6 millones de euros. Asimismo, las de ferrocarril se duplicaron (+98%) y supusieron 616,7 millones.
Insuficiente propuesta
Pero todo ello es insuficiente para reactivar el sector de la construcción, ni siquiera el de la vivienda residencial. De hecho, y según la agencia Moody's, la corrección de los precios del sector inmobiliario iniciada en España hace siete años aún no ha concluido, como consecuencia de la lentitud con la que se ha producido el ajuste en comparación con lo sucedido en otros países, donde se registró el estallido de la burbuja inmobiliaria, como Irlanda, Reino Unido o EEUU.
Asimismo, la calificadora de riesgos apunta como otro de los factores a tener en cuenta el hecho de que España cuenta aún con un importante inventario de inmuebles a la venta, que, según datos de la Comisión Europea, oscilaría entre las 700.000 y el millón de unidades.
En este sentido, Moody's considera que "incluso si el volumen de ventas aumentara respecto a los actuales niveles, en línea con la modesta recuperación económica en España, llevará varios años reducir este exceso de oferta".
Por otro lado, la agencia recuerda que datos recientes constatan que la morosidad en los préstamos a empresas relacionadas con el sector del 'ladrillo' entre los bancos españoles se situó en diciembre de 2013 en el 37,05%.
La construcción, el sector más castigado por la crisis
El deterioro es más que evidente. Las empresas relacionadas con la actividad constructora registradas en la Seguridad Social tocaron su mínimo desde 1997 el pasado diciembre, al situarse en 104.127. No obstante, enero y febrero arrojaron un cambio de tendencia que podría anticipar la lenta recuperación del sector. Desde mediados de 2007, el sector de la construcción ha perdido más de 142.000 empresas, lo que equivale a una caída del 54,7%, según informa Invertia.
Ningún otro sector como el de la construcción puede reflejar de manera más fiel el azote que la crisis ha asestado en los últimos seis años. El pinchazo inmobiliario ha sido la imagen de la decadencia de la economía española desde 2007. Aquel año la Seguridad Social llegó a registrar 246.271 sociedades dedicadas a esta actividad. Tocó máximos de siempre a mediados del ejercicio, inmediatamente antes de que se desatara al otro lado del Atlántico la crisis de las hipotecas subprime.
Unos meses después, la sangría de empresas del sector de la construcción, especialmente de aquellas centradas en el mercado inmobiliario, ya era dramática. A lo largo de 2008 los registros de la Seguridad Social adelgazaron en casi 44.000 empresas en promedio. La cifra se moderó a cerca de 35.000 en 2009; más de 15.000 en 2010; casi 19.000 en 2011; y alrededor de 9.600 en 2012.
En enero de 1997 había 103.368 empresas del sector de la construcción. Es el primer dato del que dispone la Seguridad Social. En diciembre pasado, la cifra se situó en 104.127, la cifra más baja desde entonces. Los números hablan por sí solos y arrojan una conclusión contundente: España tardó 10 años y medio en crear 143.000 empresas -hasta los máximos de mediados de 2007- y sólo ha tardado, por el contrario, seis años y medio en destruirlas.