La afiliación en construcción alcanzó en noviembre 1.484.934 personas trabajadoras, un 4,1% más que hace un año
Según el Barómetro del Observatorio Industrial de la Construcción se registraron 58.685 afiliaciones más que en el mismo mes de 2024, anotando el mejor noviembre desde 2010
El número de afiliados/as medios del sector de la construcción alcanzó en noviembre la cifra de 1.484.934 personas trabajadoras, lo que supuso un incremento interanual del 4,1% con 58.685 afiliaciones más que en 2024 según el Barómetro del Observatorio Industrial de la Construcción, elaborado a partir de los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En la variación mensual, el crecimiento fue del 0,8%, registrando el mejor noviembre desde 2010.
En el Régimen General se contabilizaron 1.061.398 personas afiliadas, creciendo un 0,9% sobre el mes anterior y un 4,7% en relación al mismo período del año pasado con 47.609 personas trabajadoras más. Por actividad económica, todas presentaron aumentos, destacando Ingeniería Civil con un 5,5%, seguida de Construcción de Edificios, con un 4,7% y Actividades de Construcción Especializada, que subió un 4,6%. El Régimen de Autónomos, con 423.536 personas afiliadas, presentó un incremento mensual del 0,3% y anual del 2,7%.
Por sexo, el número de mujeres afiliadas en construcción alcanzó las 170.087, el mayor número registrado de la serie observada, representando el 11,5% del total. El análisis del Observatorio remarcó su crecimiento interanual del 4,5%, superando el de los hombres, que fue del 4,1%. Destacó el peso porcentual femenino en actividades de Construcción de Edificios, donde ya suponen el 14,2% sobre los afiliados en el Régimen de Autónomos y el 13,2% sobre los afiliados en el General.
El nivel más elevado de ocupación en un mes de noviembre
Por otro lado, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSMI), el mercado laboral sumó 522.771 personas trabajadoras en los últimos doce meses, hasta registrar un total de 21.825.233 ocupados/as en la serie original en noviembre, el nivel más elevado en ese mes. Supone un ritmo de creación de empleo del 2,5% interanual.
El número de personas desempleadas registradas en el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) al finalizar el mes de noviembre se redujo en 18.805 en relación con el mes anterior, un 0,77% menos. Respecto al mismo mes del año anterior, cayó en 161.057 personas (-6,23%). De esta forma, el paro registrado se situó en 2.424.961, la cifra más baja para este mes desde 2007.
Por otro lado y, con respecto a octubre, el paro cayó en todos los sectores económicos, también entre el Colectivo Sin Empleo Anterior. Se redujo en Servicios, en 13.013 personas (-0,73%); en Industria en, 1.552 personas (-0,82%); en Agricultura, en 1.332 (-1,74%); y en Construcción en 881 (-0,51%). En el caso del Colectivo Sin Empleo Anterior disminuyó en 2.027 personas (-0,88%).
El secretario de Comunicación de CCOO, Marcelo Ortega, valoró los datos de empleo del mes de noviembre, subrayando que “vamos camino de cerrar un buen año para el mercado de trabajo” y destacó que la coyuntura es claramente positiva: el desempleo bajó en 11 comunidades autónomas, mejoran los datos para jóvenes y mujeres y, en comparación con hace un año, “hay más personas trabajando y menos personas en paro”. Pese a este avance, Ortega incidió en que la mejora del empleo “debe sentirse en los hogares y en los centros de trabajo”, y que para ello resulta fundamental un incremento de los salarios porque nuestro mercado laboral es robusto, la rentabilidad empresarial está en máximos históricos y la productividad sigue creciendo.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de UGT, Cristina Estévez, recalcó ante estas cifras que “la buena marcha de la economía española sigue impulsando la creación de empleo, que además es de mejor calidad gracias a los cambios impulsados en la última reforma laboral. Pese a este positivo comportamiento, todavía hay cuestiones relevantes que resolver en el funcionamiento del mercado de trabajo”. En este sentido, insistió, “en la necesidad de reforzar las políticas activas de empleo, dotándolas de un diseño más eficaz y de una ejecución capaz de ofrecer orientación personalizada y servicios que realmente mejoren la empleabilidad de las personas desempleadas”.