“Si van a contratar a alguien, va a ser al mejor”. Luis Gonzalo, alumno de fontanería
Estudia en el centro de formación de Toledo y fue el protagonista de la revista Panel
Luis Gonzalo es uno de tantos jóvenes que dejaron con temprana edad los estudios para incorporarse a un sector, el de la construcción
que ofrecía muchos puestos de trabajo y donde se pagaba muy bien. “Deje la escuela taller y me puse a trabajar como peón de albañil.
Con 16 años ya ganaba 900 euros”, comenta Luis.
Pero la crisis económica le pilló de lleno. Y desde 2008 se encuentra sin trabajo. ¿Qué hacer ahora? ¿Cómo conducir mi vida? Luis encontró la respuesta en la formación.
Y volvió a estudiar. “Mejor tarde que nunca”, se repetía. Y así es como llegó al curso de Fontanería que le ofrecía la Fundación Laboral de la Construcción en su centro de Toledo, ciudad de residencia de Luis.”He trabajado en la construcción toda mi vida, primero de peón, luego de encofrador, también de montador de grúa”, explica. No quería desvincularse del sector al que había pertenecido toda su vida, pero estaba convencido de que necesitaba un nuevo enfoque, una especialización.
Aunque él se forjó en la escuela de la obra, reconoce que la formación es fundamental. “Antes no había la formación que se ofrece ahora. Hoy en día hay mucho donde elegir, y si no te formas no encontrarás trabajo, porque si van a contratar a alguien, va a ser al mejor”, afirma. Habla con nostalgia de la época dorada de la construcción aunque considera que hubo una despreocupación general por un sector muy productivo. “La construcción daba el 80% de los beneficios del país y no existía apenas formación. Nos tenían que haber cuidado un poco más”, apunta.
Desde julio del pasado año se forma en el curso de fontanería de la Fundación, y está más que satisfecho. Considera que es muy completo, con bastantes horas de práctica y de teoría. “Me ha sorprendido la profundidad en que se tocan los temas, hay materias complicadas, como la que se refiere al cálculo y los que dejamos la escuela pronto, nos cuentan este tipo de asignaturas”, reconoce.
Otro de los aspectos que más valora del curso son las prácticas oficiales en empresas que ofrece la entidad paritaria y la impartición de conocimientos ligados a la actualidad. “Son muy importante las técnicas actuales que se encargan los formadores de enseñarnos”, comenta.
Asimismo el curso presta especial atención a la prevención de riesgos laborales. Ya ha realizado un curso de 30 horas en seguridad y salud laboral y ahora recibirá uno de 60 horas. A este respecto, Luis nos dice que “la prevención avanza bastante en el campo de la teoría pero falta crecer en la práctica”.
Sin embargo, el esfuerzo está mereciendo la pena y la formación adquirida le abre camino hacia varias salidas profesionales. “Puedes acceder a la obra, llegar a las instalaciones pero también te forman para las labores de oficina”, explica Luis. Su preferencia, sin duda, la oficina. Y es que el curso va más allá de la mera adquisición de conocimientos, la acción formativa les abre los ojos hacia la labor emprendedora. Este joven toledano lo tiene claro. “Cuando acabe el curso me gustaría entrar en una empresa, adquirir experiencia un par de años para luego ponerme por mi cuenta y abrir mi propia empresa”.
Luis ya conocía a la Fundación. Años atrás comenzó un curso de gruísta, que “desafortunadamente no pude terminar por culpa del trabajo en el que me encontraba”, manifiesta. Esta situación le lleva a considerar fundamental la formación continua en el puesto de trabajo. “Si una vez dentro de una empresa me tengo que reciclar lo haré, es una manera de enriquecerte”, afirma con rotundidad.
