Siete constructoras españolas figuran entre las 50 primeras compañías europeas del sector, según un informe de Deloitte
La diferencia de volumen de negocio respecto a las rivales francesas, líderes en el continente, se estrecha por la vía de la diversificación hacia nuevos mercados
El descenso de la inversión pública en Europa está afectando a todas las grandes constructoras del continente prácticamente por igual. El mercado rebajó en 2011 un 28% la capitalización de las tres mayores referencias francesas: Vinci, Bouygues y Eiffage; arrebató un 23% del valor a las siete cotizadas españolas, ACS, Ferrovial, FCC, OHL, Acciona, Sacyr y San José; y las tres grandes alemanas, Hochtief, Bilfinger y Bauer, se dejaron un 14% del valor en el parqué. Por no hablar del 51% que se desvalorizaron los tres líderes de la construcción lusa (Mota Engil, Teixeira Duarte y Soares da Costa) o el 43% que mermó la cotización de las holandesas BAM, Heijmans y Ballast.
Las 20 constructoras de mayor volumen del continente perdieron una media del 20% en Bolsa el año pasado, en línea con el 19% que adelgazó el Euro Stoxx 50. La consultora Deloitte achaca este pinchazo a los recortes presupuestarios generalizados en Europa, las dificultades para financiar proyectos y a las malas expectativas económicas. Pero en su informe anual European Powers of Construction 2011 destaca que el volumen de negocio de las 50 grandes creció el año pasado un 7,5% respecto a los resultados de 2010, hasta los rozar los 300.400 millones.
En este contexto, las constructoras españolas se reforzaban fuera del mercado local llegando a hacer frente a las prácticamente inalcanzables francesas. Deloitte considera a Vinci y Bouygues como grupos domésticos. El 64% y el 69% de sus ventas, respectivamente, se cosechan en Francia. En cuanto al peso de los negocios, el 85% de lo facturado por Vinci tiene que ver con construcción, por el 75% de Bouygues.
El caso contrario es el de Hochtief, integrada ahora en ACS, cuyas ventas dependen en un 91% de mercados como el asiático o el australiano. Sacyr sube posiciones entre los conglomerados de perfil internacional gracias a contratos como el del Canal de Panamá; OHL y FCC también son destacadas por la consultora por su actividad exterior, y es Ferrovial la que presentaba el mayor equilibrio por diversificación geográfica y de negocio.
Las españolas se han hecho incluso más atractivas que sus rivales en factores como la rentabilidad por dividendo y el ebit en comparación con las ventas. La citada integración de Hochtief en ACS, los éxitos de Ferrovial en EE UU o la cartera de obra internacional que está acumulando OHL marcan un punto de inflexión en la batalla contra el parón de la obra civil en España.
Siete referencias en el 'top 50'
El listado de las 50 principales constructoras de Europa, elaborado por Deloitte, tiene a Reino Unido como el país con mayor participación, con 13 firmas, entre las que destaca Balfour Beatty. España coloca a siete compañías encabezadas por ACS y Suecia tiene cuatro grandes, entre las que destaca Skanska.
Es por volumen de facturación donde las tres francesas se llevan la palma. Vinci (36.956 millones en 2011), Bouygues (32.706 millones) y Eiffage (13.732 millones) suman ventas por 83.400 millones, con un alza del 6,7% el pasado ejercicio. Enfrente, los 63.900 millones de las siete españolas, con un avance del 13%. ACS ha creado un grupo que aspira a los 35.000 millones de facturación anual y pugna ya con Vinci por el liderazgo europeo.
La recesión ha variado el tablero de juego y la construcción española se hizo fuerte en 2011 en mercados emergentes, a pesar de lo que algunas de las empresas están sufriendo ahora. Sacyr trata de digerir el deterioro contable de su participación en Repsol; ACS hace lo propio con su paquete en Iberdrola, y en FCC se avecina una caída en los resultados por problemas de su filial Alpine.