Genoveva Villegas Cardeñas: “Ojalá me incorpore al sector de la construcción a trabajar, porque es un campo muy bonito y dinámico”
Tras 17 años como conductora, esta alumna del curso de "Operador de Máquina Retrocargadora" en el Centro de la Fundación Laboral en Huelva, no se plantea su futuro alejada de la maquinaria y del sector de la construcción, donde no para de formarse
Hace apenas unos meses, Genoveva Villegas Cardeñas llegó al sector de la construcción por casualidad. Después de 17 años como conductora de transportes adaptados para personas discapacitadas y tras quedarse en el paro, Genoveva se inscribió en el curso de "Operador de Máquina Retrocargadora", que se impartía en el Centro de Formación de la Fundación Laboral en Huelva. Amante de la maquinaria y del volante, Genoveva no deja de formarse para hacerse un hueco en el sector, en un oficio del que se declara enamorada y en el que ve su futuro laboral: "Hay que trabajar en lo que te gusta para disfrutar de ello".
PREGUNTA.- ¿Cuál era tu situación laboral cuando te inscribiste en el curso?
RESPUESTA.- Yo trabajaba como conductora de transportes adaptados para personas discapacitadas, pero en diciembre me despidieron después de 17 años en la misma empresa. Cuando llevas tanto tiempo en una misma área y el trabajo se acaba, te quedas como si tu vida fuera un folio en blanco. No sabía qué hacer y empecé a preguntar a amigos y familiares qué era lo que estaba en auge en el ámbito laboral, dónde había trabajo. Me comentaron que había trabajo en transporte de mercancías y en la construcción.
P.- ¿Y cómo conociste el curso de la Fundación Laboral?
R.- Por un lado empecé a sacarme el carné de camiones rígidos, que ya lo tengo. Por otro, busqué información sobre construcción en internet, hasta que di con la Fundación Laboral, y me acerqué a la oficina en Huelva. Pregunté sobre cursos de manejo de maquinaria o camiones y me hablaron de éste de retrocargadora, y me inscribí. Yo iba a hacer todo lo que pudiera para seguir adelante.
P.- ¿Tenías alguna experiencia previa en el sector?
R.- Para nada, no había estado nunca en el sector. Me inscribí en el curso sin saber de qué iba el tema, ni nada. Esto era para mí algo desconocido, no tenía conocimientos ni sabía nada. Yo me había limitado durante 17 años al transporte de viajeros con problemas de movilidad reducida o con discapacidad, lo que no tiene nada que ver con la construcción. Yo tenía que poder trabajar de algo. Esto estaba en auge y por aquí tiré, con la sorpresa de que me he quedado maravillada.
P.- ¿Dudaste en algún momento en lanzarte a este sector por ser mujer?
R.- No, yo soy muy lanzada. Cuando me veo en un problema, lo afronto. Los miedos me los trago y echo para delante. Luego, si sirvo o no sirvo, es otra cosa.
P.- ¿Cómo fue tu primer día en el curso?
R.- Yo esperaba que al menos hubiera otra mujer. Cuando me acerqué a la Fundación Laboral pregunté si había más mujeres y me dijeron que no. Así que allí me encontraba el primer día, con 14 hombres. Desde el primer momento dije que quería que me trataran como a una más, que comentaran lo que tuvieran que comentar, siempre que no me ofendieran. Al final mi integración en el curso fue enorme. Yo creo que si queremos integrarnos en el sector, ellos nos tienen que aceptar, pero nosotras a ellos también.
Ahora somos todos amigos y, cuando podemos, quedamos. Aunque entré con miedo, la integración que he tenido en ese grupo ha sido genial no, maravillosa. Estamos todos deseando volvernos a ver. Además, hay algunos compañeros con los que ahora curso la formación en PRL de maquinaria.
P.- ¿Eres la única chica en el curso de PRL?
R.- Sí, también soy la única chica en este grupo, pero todos mis compañeros son respetuosos. Maribel, que trabaja en la Fundación allí en Huelva, me ha dicho alguna vez que soy una campeona por ser la primera en hacer el curso de retrocargadora, y yo no me lo puedo creer. Si queremos integrarnos en el sector, lo ideal sería que las jóvenes de ahora se animaran ya a entrar.
P.- ¿Por qué crees que no se animan?
R.- Yo creo que es porque estamos acostumbradas a hacer siempre los mismos trabajos, a estar dentro de unos pocos sectores, y de ahí no salimos. Si la gente viera a las que estamos en el sector, yo creo que ayudaríamos a muchas chicas a decidirse. El problema es que estamos encasilladas en un número determinado de empleos y yo creo que tenemos mucho que andar todavía. Yo lo que quiero es abrir mi camino y ayudar a que se abra el de las demás y motivarlas a que se animen.
P.- ¿Qué recuerdo guardas de tu paso por el curso de maquinaria? ¿Qué fue lo que te pareció más interesante?
R.- Me gustó todo en general, pero lo que más fueron las prácticas que hicimos en las instalaciones. Allí aplanábamos el terreno, recogíamos el material con la pala y lo cargábamos, etc. Es genial trabajar con esta máquina, es muy funcional, sirve para muchas cosas. A mí me encanta la máquina, abrir una zanja perfecta y tener la habilidad de conseguir que, aun dependiendo del terreno, salga todo perfecto.
P.- ¿Tienes en mente alguna otra formación?
R.- Sí. He pedido a las compañeras de la Fundación en Huelva que me avisen en cuanto salga algo que encaje dentro de lo que yo quiero. Todo lo que lleve un joystick o un volante lo quiero sacar con su formación específica. Yo quiero saber conducir hasta grúas. Ahora mismo me estoy sacando el curso general y específico de PRL de movimiento de tierras. Y si para conducir grúa se necesita algo, me lo sacaré también.
P.- ¿Piensas seguir en el sector de la construcción o volverías a tu antiguo trabajo?
R.- Yo estoy decidida a seguir por este camino. Y no vuelvo atrás. Me encanta conducir, el volante, pero yo ya no vuelvo a llevar a un viajero. Si me gustaba lo que hacía, esto me gusta más. Y hay que trabajar en lo que te gusta para disfrutar de ello.
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de la labor de operador de maquinaria?
R.- Me gusta trabajar fuera de casa, con un equipo de personas donde cada uno tiene su función. El trabajo de cada uno es como un eslabón y entre todos formamos una cadena. Y al final tienes la medalla, la construcción terminada. Además, es un orgullo ver cómo algo que tú empiezas y es un desastre al principio, coge forma y se convierte en algo impresionante. Cada uno tiene su función, pero todos somos un equipo.
P.- ¿Estás buscando trabajo al tiempo que te formas?
R.- Sí, he entregado algunos currículos mientras me formo. Y veo bien que las empresas pidan formación, porque pienso que si tienes formación y certificados, no hay excusas para que te puedan contratar. Si tú pides unos requisitos, debería dar igual el sexo que tenga el candidato. Por eso intento formarme en todos los sentidos, para que no haya ningún problema.
P.- ¿Has recibido respuesta de las ofertas a las que has aplicado?
R.- No, pero es normal, porque yo acabo de terminar el curso de PRL, y pienso que hasta que no tenga toda mi formación no me van a poder llamar. Pero moverme, me estoy moviendo. Me doy de margen para trabajar antes de que acabe el año.
P.- Un aspecto importante a la hora de trabajar en la construcción es la edad, ¿te ves igual de capacitada para hacer el trabajo que otros compañeros más jóvenes?
R.- Sinceramente, creo que la edad no tiene por qué influir. La única diferencia que puede haber es que el jefe prefiera a alguien más joven porque crea que puede dar más que tú. Y yo creo que es incluso al revés. Una persona con 48 años tiene la cabeza muy asentada, tiene su experiencia en la vida. Los jóvenes se toman las cosas de otra manera. Claro que son responsables, pero yo creo que ante situaciones difíciles, la experiencia que te da la vida te asienta y puedes actuar mejor.
P.- ¿Cómo crees que va a evolucionar el sector en los próximos años?
R.- Yo creo que va a haber más mujeres. Si yo, que por casualidades de la vida he encontrado esta rama, que una joven vea a alguien como yo en el sector creo que va a ayudar a que se anime. La visibilidad influye mucho. En menos de diez años esto va a subir. Es lo que espero y quiero, porque cuando veo a una mujer desempeñando un trabajo que antes era impensable, a mí me anima muchísimo. Ojalá fuéramos muchas.
P.- ¿Cómo crees que ven los hombres que haya cada vez más mujeres en el sector?
R.- Yo creo que los hombres también se lo pasan bien y disfrutan trabajando con mujeres. Yo fui una más con mis compañeros y eso fue lo que más me gustó; yo no me he sentido así nunca. Llegué al curso con miedo por ser la única mujer, por temor a que no hablasen conmigo. Al final, cuando acabamos el curso y recogíamos el título, todos me animaron y fue maravilloso. No puedo decir nada malo porque ha sido genial. Ojalá me incorpore al sector de la construcción a trabajar, porque es un sector muy bonito y dinámico. Tienes donde elegir.
P.- ¿Qué le dirías a una chica que se plantea meterse en el sector de la construcción?
R.- Que lo haga, que la vida son dos días y no sabes qué puede pasar mañana. A mí unas circunstancias me han llevado a la construcción después de estar 17 años conduciendo en una misma empresa. Estando allí ya me llamaban la atención los camiones, pero una vez que te acomodas es más difícil. Yo animo a la que le guste, aunque tenga la comodidad de su trabajo, a que haga lo que quiere, porque trabajar en lo que te gusta y disfrutar es como si no trabajaras.